Al empezar a trabajar gratis por completo como les conté en este post, todo fue cambiando de a poco. Dedicaba 8 horas de mi día en la mañana a trabajar en una empresa que no tiene nada que ver con lo que amo, recibiendo correos, contestando llamadas y sintiéndome miserable el 99% de tiempo. Todos los días durante mucho tiempo soñaba poder dejar ese trabajo en el no podía ni siquiera visitar a mi familia los fines de semana y los días de festividades nacionales igualmente tenía que estar frente a un computador recibiendo comunicados. Y en la tarde corría a casa para poder hacer el trabajo que me habían encargado hacer referente a diseño, principalmente cosas de animación.
Luego de aproximadamente 2 meses trabajando completamente gratis, sin esperar nada más que solo aprender y entender mejor el uso de las herramientas, la persona con la que trabajaba me propuso que renuncie a mi trabajo de oficina y me dedique completamente a lo que había estudiado, ya que veía que realmente estaba dándolo todo y presentando buenos resultados. Me iba a trabajar por hacer lo que realmente amaba! Logré completar el sueño que había imaginado muchos años atrás. Casi 11 años atrás.
El 16 de febrero renuncié a mi trabajo en el que estuve 9 años y ahora me dedico a lo que siempre quise hacer: diseñar. Puedo dedicar el tiempo a todo lo que siempre quise y tener el ritmo de vida que siempre soñé. Aunque no todo es perfecto ya que aun queda mucho por aprender, siento que he dado el paso más importante que es empezar a dedicarme 100% a lo que quiero.
Todo esto que logré no lo hubiera podido alcanzar si no hubiera iniciado con la idea de irme de viaje hace 5 años a Perú, el mismo viaje que me enseñó que tener menos cosas conlleva grandes beneficios. Adaptando una vida minimalista pude deshacerme de deudas, tener mejor manejo financiero y lograr ir a vivir solo, adaptándome a vivir en lugares pequeños y no pagando grandes cantidades de espacio para cargar objetos que no me servían, sino solo llevar lo necesario.
Todo el camino no ha sido fácil ya que desde un principio aceptar la idea de que se puede vivir de una manera distinta a lo convencional es algo difícil de entender. Estamos acostumbrados a bajar la cabeza en muchas situaciones y dejarnos llevar por el camino que el resto quiere, y que la sociedad te obliga.
Una vida distinta es posible, donde podamos tener la fuerza necesaria para tomar las decisiones que realmente queremos tomar. Para hacer las cosas que realmente deseamos hacer durante mucho tiempo.
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