Estamos abrumados y sobrecargados. Nuestro calendarios desbordan con reuniones y actividades después de la escuela, el voluntariado, comités, fiestas, reuniones, barbacoas y citas para jugar.
Muchos de nosotros, con toda la razón, nombramos al 2014 como el año en que diremos mas veces “no”.
Con el fin de reducir la velocidad, llevar una vida feliz y equilibrada, necesitamos espacio y el tiempo. Y después de todo, decir que no a una cosa significa que eres libre de decir sí a otra cosa más esencial. O, tal vez, para no hacer nada en absoluto.
Pero no importa cuán liberador decir “no” se puede sentir, sino que también se puede sentir un poco… limitante. Así que hoy, y este fin de semana que viene, ¿por qué no pensar en decir que sí?