Nuestra vida es corta.
Solo tenemos una oportunidad. El tiempo pasa rápido. Y una vez que lo usemos, no podremos recuperarlo. Así que aprovéchalo al máximo. Las posesiones roban nuestro tiempo y energía. Requieren un mantenimiento interminable para ser limpiados, mantenidos, reparados, reemplazados y removidos. Nos roban nuestra preciosa atención, tiempo y energía y ni siquiera nos damos cuenta … hasta que es demasiado tarde.
Nuestra vida es única.
Nuestra apariencia, nuestra personalidad, nuestros talentos y las personas que han influido en nuestras vidas nos han hecho especiales. Como resultado, nuestra vida es exactamente como la de nadie. Y el hecho de que todos los demás estén persiguiendo posesiones materiales no significa que nosotros también tengamos que hacerlo.
Nuestra vida es significativa.
Mucho más que el éxito, nuestros corazones desean significado porque el significado dura para siempre. Por otro lado, las posesiones son temporales. Perecen, se estropean y se marchitan. Y la mayoría de ellos, por diseño.
Nuestra vida está diseñada para inspirar.
Hagamos huellas que valga la pena seguir. Nadie cambió el mundo siguiendo a otra persona. En cambio, las personas que cambian el mundo viven de manera diferente e inspiran a otros a hacer lo mismo. Las posesiones pueden impresionar brevemente, pero nunca inspiran.
Nuestra vida se merece algo mejor.
El gozo, la felicidad y la plenitud se encuentran en las cosas invisibles de la vida: el amor, la esperanza, la paz y las relaciones. Y no están a la venta en los grandes almacenes locales. Deja de buscarlos allí. Las personas que viven sus vidas en busca de posesiones nunca están contentas. Siempre desean más nuevos, más rápidos o más grandes porque las posesiones materiales nunca pueden satisfacer los deseos más profundos de nuestro corazón.
Recuerde que tu vida es demasiado valiosa para desperdiciarla persiguiendo posesiones materiales. Y encuentre más alegría hoy eligiendo buscar “mejor” en lugar de “más”.