Categories
vida

Minimalismo y zona de confort

Durante los dos últimos meses en los que he estado viviendo en New York me he dado cuenta que tener una vida con pocas cosas trae muchos beneficios; sobre todo cuando se vive en una ciudad llena de consumismo. Pero sobre todo lo que me he dado cuenta es que solamente cuando nos decidimos a salir de nuestra zona de confort es cuando realmente ponemos a prueba nuestro modo de vivir minimalista.

En la comodidad de nuestros hogares, con todo el tiempo a nuestro favor, rodeados de las personas que amamos no es tan fácil darnos cuenta de lo que podríamos cambiar. Solamente cuando nos obligamos a estar en un ambiente totalmente nuevo, pensando nuevamente como adaptarse a un entorno es cuando realmente vemos si hemos podido aprender de este estilo de vida.

Entregar mi departamento, vender todas mis pertenencias y venir a vivir aquí con una pequeña maleta y sin conocer a nadie ha sido uno de los mayores retos que he tenido. Y aqui ha sido donde en verdad me he puesto a pensar si todo esto del minimalismo ha sido de provecho.

Y no estoy diciendo que deberías venir a New York dejando todo en tu país para poder probar si eres realmente minimalista. Me refiero a cambiar un poco tus hábitos y probar algo distinto, no necesariamente algo radical. Puede ser salir un fin de semana con tu familia a acampar a las afueras de la ciudad o intentar cocinar algo distinto haciendo compras en un supermercado con otro tipo de productos. Inclusive puede ser empezar ese curso de idiomas que tanto querías o empezar un proyecto alterno que sirva para renunciar a tu trabajo en el futuro. Puede ser cualquier cosa.