Después de un largo camino de tener menos cosas y disfrutar de los beneficios de tener poco empiezo a despreocuparme del numero de cosas que tienes. Ya no son tan importantes los retos (proyecto 333 o no comprar algo por un mes).
Inclusive las reglas como “si compras una prenda, deshazte de otra que tengas en tu armario” o la regla de hacerse preguntas antes de adquirir algo, son costumbres que ya no me las hecho últimamente.
Este estilo de vida me ha permitido disfrutar de muchas cosas y lograr lo que pensé que no podría hacerle jamas.
Y lo que queda despues de deshacerme de muchas cosas materiales que han sido difíciles de eliminar, es espacios para poder ocuparlos en las cosas que me permiten seguir trabajando.
Y lo que queda despues de deshacerme tambien de muchas cargas sentimentales que han sido aun mucho mas difícil de curar es espacio para poder seguir queriendo a las personas que aprecian quien eres.
Ahora como mencioné ya no hay mas retos conscientes, ni presionarse a tener pocas cosas. No hay que estar recorriendo cada esquina del lugar donde vives buscando que eliminar y tampoco ya no es necesario cuestionar lo que tienes. Solo queda lo que debes hacer ese momento para continuar con el objetivo que tienes a corto, mediano o largo plazo.
No hay quejas, no hay tiempo para aquello. Solo hacer lo que se debe hacer. Es hora de vivir el resultado del camino al que le hemos apostado todo este tiempo.
