Todos tenemos metas y sueños, pero puede ser difícil apegarnos a ellos. Cada semana, escucho a la gente decir cosas como: “Empiezo con las mejores intenciones, pero me parece que no puedo mantener mi consistencia durante un largo período de tiempo.” O seguramente dicen: “Yo lucho con resistencia mental. Tengo un buen comienzo pero luego parece que no puedo seguir adelante y mantener la concentración durante mucho tiempo.”
No te preocupes. Soy tan culpable de esta situación como cualquier otra persona.
Por ejemplo, voy a empezar un proyecto, trabajaré en él por un tiempo, y luego perderé el enfoque y probaré algo diferente. Y luego voy a perder el foco en mi nueva meta y probaré algo diferente. Y así sucesivamente. Me he detenido y comenzado otra vez, esto tantas veces que para ser sincero nunca logre algún progreso.
Tal vez te has sentido de esta manera también.
Este problema me recuerda una lección que aprendí mientras trabajaba un día …
El mito de la pasión y la motivación
En un día en particular en el gimnasio, había un entrenador visitante que había trabajado con miles de atletas durante su larga carrera, incluyendo algunos atletas del ranking nacional y atletas olímpicos.
Acababa de terminar mi entrenamiento cuando le pregunté: “¿Cuál es la diferencia entre los mejores atletas y todos los demás. ¿Qué hacen las personas muy exitosas que la mayoría de las personas no lo hacen?”
Mencionó brevemente las cosas que cualquiera podría esperar escuchar: Genética. Suerte. Talento. Pero luego dijo algo que no esperaba:
“En algún momento, todo se reduce a quien puede manejar el aburrimiento del entrenamiento todos los días y hacer los mismos levantamientos una y otra y otra vez.”
Ese consejo me sorprendió porque es una manera diferente de pensar sobre la ética de trabajo.
La mayoría de las veces la gente habla de sentirse motivado y “amplificado” para trabajar en sus metas. Ya sea en negocios, deporte o en el arte, comúnmente se oye a la gente decir cosas como, “todo se reduce a tener la suficiente pasión.”
Como resultado, creo que muchas personas se deprimen cuando pierden el foco o la motivación porque piensan que las personas exitosas tienen una pasión interminable y fuerza de voluntad de la cual parecen carecer. Pero eso es exactamente lo contrario de lo que este entrenador estaba diciendo.
En cambio, él estaba diciendo que la gente realmente exitosa siente el mismo aburrimiento y la misma falta de motivación que todo el mundo siente. No tienen alguna píldora mágica que les hace sentirse listo y inspirado todos los días. Pero la diferencia es que las personas que se adhieren a sus objetivos no permiten que sus emociones determinan sus acciones. Los mejores ejecutores encuentran una manera de aparecer y hacerse notar, trabajar a través del aburrimiento, y para abrazar la práctica diaria que se requiere para lograr sus objetivos.
Según él, es esta capacidad de hacer el trabajo cuando no es fácil que separa los mejores de todos los demás. Esa es la diferencia entre profesionales y amateurs.
Trabajando Cuando el Trabajo no es Fácil
Cualquier persona puede trabajar duro cuando se siente motivada.
Cuando yo era un atleta, me encantaba ir a practicar la semana después de una gran victoria. ¿Quién no lo haría? Tu entrenador es feliz, tus compañeros de equipo están animados, y te hacen sentir que puedes ganar a cualquiera. Como empresario, me encanta trabajar cuando los clientes son continuos y las cosas van bien.
Pero ¿qué pasa cuando estás aburrido? ¿Qué pasa cuando el trabajo no es fácil? ¿Qué pasa cuando te sientes como si nadie te está prestando atención o que no estás obteniendo los resultados que deseas?
Es la capacidad de trabajar cuando el trabajo no es fácil que hace la verdadera diferencia.
No es el Evento, es el Proceso
Con demasiada frecuencia, pensamos que nuestros objetivos están únicamente relacionados con el resultado. Vemos el éxito como un evento que puede ser logrado y a partir de ese momento esta todo terminado.
Estos son algunos ejemplos comunes …
- Mucha gente ve la salud como un evento: “Si logro perder 20 libras, entonces voy a estar en forma.”
- Muchas personas ven el emprendimiento como un evento: “Si pudiéramos hacer que nuestro negocio se destaque en el New York Times, entonces estaríamos listos.”
- Mucha gente ve el arte como un evento: “Si tan sólo pudiera conseguir que mi trabajo sea presentado en una galería más grande, solo entonces tendría la credibilidad que necesito.”
Estas son sólo algunas de las muchas formas en que categorizamos el éxito como un solo evento.
Pero si nos fijamos en las personas que están logrando consistentemente sus metas, te comienzas a dar cuenta de que no son los acontecimientos o los resultados lo que los hacen diferentes. Es el compromiso con el proceso. Ellos se enamoran de la práctica diaria, no el evento individual.
Lo curioso, por supuesto, es que enfocarte en el proceso también te permitirá disfrutar de los resultados de todos modos …
Si quieres ser un gran escritor, y luego tener un libro que sea best-seller seria maravilloso. Pero la única manera de llegar a ese resultado es caer enamorado con el proceso de la escritura.
Si quieres que el mundo sepa acerca de tu negocio, y luego ser presentado en la revista Forbes. Pero la única manera de llegar a ese resultado es caer enamorado con el proceso de administración y marketing.
Si quieres estar en la mejor forma de su vida, perder 20 libras puede ser necesario. Pero la única manera de llegar a ese resultado es caer enamorado con el proceso de comer sano y hacer ejercicio constantemente.
Si quieres llegar a ser significativamente mejor en cualquier cosa, tienes que enamorarte del proceso de hacerlo. Hay que enamorarse de la construcción de la identidad de una persona que hace el trabajo, en lugar de limitarse a soñar con los resultados que desea.
En otras palabras …
Enamórate de aburrimiento. Enamórate de la repetición y la práctica. Enamórate con el proceso de lo que haces y deja que los resultados lleguen por si solos.
(via lifehacker)