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3 Formas de aprovechar la tecnología y dejar de satanizarla

Durante los últimos años que me he dedicado al minimalismo me he dado cuenta de la tendencia de muchas personas a satanizar a la tecnología y tratar de reducir la relación que tenemos con nuestros dispositivos. Esto por qué tendemos a creer que las redes sociales, teléfonos y demás medios tecnológicos están en nuestra contra, aumentan el consumismo y fomentan ser improductivo.

Realmente pienso que la tecnologia no nos está arruinando. Lo que creo realmente es que la manera en que estamos usando estas herramientas es incorrecta.

1. Redes sociales son herramientas para poder interactuar con personas que no están fisicamente cerca. Personalmente me ha permitido aumentar la posibilidad de trabajar por mi cuenta y poder dar a conocer lo que hago a una determinada audiencia. Si pasas 2 horas antes o después de ir a dormir frente a una pantalla únicamente en instagram creo que deberías plantearte tus hábitos. Deja de seguir a las cuentas que no están en consonancia con lo que quieres y tus objetivos. Las redes sociales solo exponen quienes somos en realidad.

2. Al momento de reducir espacio conviene muchas veces optar por opciones digitales. Ya no es necesario que toda mi colección de música y se encuentre en mi teléfono porque uso Spotify. No tengo que cargar tantos libros si uso mi kindle, mi espalda ya no sufre llevar tantos papeles si llevo una tablet o una computadora conmigo. Inclusive ahora que me encuentro de viaje he visto amigos que tienen que cargar con 2 o 3 maletas mas ya que han comprado demasiados libros. Las fotos no se echan a perder más ya que las puedo digitalizar y almacenar más fácil. Y en general de esa manera puedo vivir en un lugar más pequeño por que no tengo tanta acumulación de objetos.

3. Dispositivos electrónicos nos permiten poder consumir contenido que esta en consonancia con lo que realmente queremos. Obviamente es muy fácil perderse en el mar de información que hay ahora. Y en la mayoría de situaciones nos encontraremos con contenido que solo nos obliga a comprar. Al momento que escribo estas lineas me encuentro en New York, unas de las ciudades mas consumistas del mundo. Y sin embargo creo firmemente que somos libres de elegir que es lo que queremos consumir.