Hoy el angel que me ha acompañado durante muchos años ha dejado su cuerpo físico. Mi madre ahora descansa y se encuentra en la luz. Me siento muy agradecido por haber sido iluminado con su amor y sabiduría.
Creo que se puede atravesar por la perdida de un ser querido sin miedo o dolor. Creo firmemente que el sentir agradecimiento por esa persona cambia de alguna manera nuestro sentimiento y nos da una visión distinta de las cosas. Mi visión es que únicamente dejamos el cuerpo que ha sido un contenedor, un recipiente de algo más grande como es el alma. Creo que está en nosotros la manera en que afrontamos la perdida de un ser querido. Al fin y al cabo no es una perdida; es un nuevo paso. Las enseñanzas que me deja mi madre es que siempre hay que actuar con bondad. No importa que venga luego, no importa el resultado, solo da una sonrisa y actúa con el corazón. No importa que dificultades te encuentres por delante o que obstáculos tengas en el camino. Abraza los problemas, y actúa. Siempre me alentó a “hacer lo que debemos hacer en ese momento”, no importa las dificultades y los miedos no existen. Nuestro tiempo aquí en la tierra es limitado así que no nos dediquemos a hacer cosas que no amamos, cosas para únicamente agradar al resto. No importa como, pero debemos hacer las cosas que debemos hacer para estar tranquilos, para estar en paz, para vivir en alegría.
Agradecimiento, bondad y amor, esa es mi decisión, eso quiero sentir.
