El desorden y acumulación pueden provocar estrés y afectar tu manera de pensar. Inclusive cuando estas ordenando la casa, hay algunos artículos que piensas debes guardar para usarlos más adelante. Aquí te sugiero un buen truco: pon una fecha de caducidad en ellos.
Piénsalo de esta manera: si un artículo perecedero tiene una fecha de caducidad en él, sabes cuándo hay que tirarlo a la basura. Así que mediante la asignación de una fecha a productos no-perecederos, sabrás cuando deshacerte de ellos también.
Si me encuentro con algún objeto que no uso actualmente, pego un poco de cinta adhesiva y escribo la fecha actual pero del año siguiente. Si me encuentro con ese objeto y tiene la fecha de caducidad que escribí ya vencida, me dispongo a deshacerme de el mediante una donación, venta o haciendo un obsequio. No hay ninguna razón para mantener objetos que utilizas menos de una vez al año. Si utilizo algo pocas veces, entonces el valor financiero de ese artículo es mayor que la utilidad que tiene para mi.
Por supuesto, no estás obligado u obligada a utilizar la regla de un año exactamente. Puedes variar según tus necesidades y estilo de vida. Puedes ser de 1 mes, 3 meses o 6 meses según tus necesidades. Inclusive puedes hacerlo de 3 años si se trata de un artículo costoso.