desapropiarse.
(De des- y apropiar).
1. prnl. Dicho de una persona: Desposeerse del dominio sobre lo propio.
Somos una cultura que se esta ahogando en nuestras posesiones. Tomamos más y más (vacaciones, cumpleaños, ventas, necesidades), pero rara vez encontramos la oportunidad de desprendernos de algunas de ellas. Como resultado, nuestros hogares se llenan de más y más cosas. Y porque creemos que la mejor solución es encontrar herramientas de organización para la gestión todas nuestras cosas, buscamos contenedores más grandes o consejos y trucos de organización más eficientes. Pero simplemente organizar nuestras cosas (sin eliminarlas) siempre es sólo una solución temporal. Por definición, la organización de las posesiones es una acción que debe repetirse una y otra y otra vez.
En el fondo, la organización es simplemente re-acomodar las cosas. Y aunque podemos encontrar soluciones de almacenamiento hoy en día, nos vemos obligados rápidamente a encontrar nuevas soluciones tan pronto como sea posible. Además, la organización de nuestras cosas (sin eliminar nada) tiene algunas otras deficiencias importantes que rara vez consideramos:
No beneficia a nadie
Las posesiones que rara vez usamos se quedan en estantes de nuestros sótanos, áticos y garajes. Incluso aunque algunos de nuestros amigos más cercanos los necesiten desesperadamente siguen donde no las necesitan porque creemos que algún momento nos van a servir.
No resuelve nuestros problemas de deudas
Organizar no se ocupa de la cuestión de fondo que seria el comprar demasiadas cosas. De hecho, muchas veces, el acto de la reordenación de nuestras cosas hasta nos cuesta más ya que compramos contenedores, unidades de almacenamiento, o casas más grandes que pueda acoger y abarcar todas las cosas nuevas y antiguas que tenemos.
No cambia nuestro deseo de comprar mas
El simple hecho de organizar nuestras cosas en cajas, contenedores de plástico, o armarios adicionales no cambia nuestro deseo de comprar más cosas. La cultura impuesta de buscar y tratar de encontrar la felicidad en nuestras posesiones rara vez es frustrada en el proceso de vivir.
No nos obliga a evaluar nuestras vidas
Mientras que re-ordenar nuestras cosas puede hacer que nos fijemos en cada una de nuestras posesiones, no nos obliga a evaluarlas, especialmente si sólo estamos poniendo nuestras cosas en cajas y cerrando las tapas con cinta adhesiva. Por otra parte, la eliminación de las posesiones de nuestros hogares fuerza plantearse preguntas relacionadas con nuestras pasiones, valores y que es realmente importante para nosotros.
Prepara poco el camino para otros cambios
El organizar puede abastecer temporalmente nuestra actitud. Despeja una habitación y posteriormente puede despejar nuestra mente, pero rara vez prepara el camino para cambios de salud y para cambios mayores en nuestro estilo de vida. Nuestra casa es muy pequeña, nuestros ingresos son muy pocos, y todavía no podemos encontrar el tiempo suficiente en el día. Es posible que hayamos reorganizado nuestras cosas … pero no nuestras vidas.
Eliminar posesiones nos devuelve nuestro deseo de encontrar la libertad, la felicidad y la abundancia en tener menos. Quitándonos el deseo de solamente consumir y tener mas, crea los medios adecuadas para que tenga lugar un cambio de vida significativo.
Al tratar de mantener tu casa (y vida) organizada, desafíate a ti mismo para quitar las cosas que no sean necesarias en tu hogar. Libérate del peso extra de una manera permanente y definitiva. Lleva una bolsa de basura de habitación a habitación. Ve qué tan grande puede llegar a hacer tu donación. O ayuda a eliminar la deuda mediante la venta de las cosas excesivas en tu hogar. No importa realmente cuanto puedas eliminar en tu hogar, lo principal es que comiences de algo. Porque es mucho mejor des-apropiarse de las cosas que únicamente re-organizarlas.