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Cuestionar a quienes nos rodean

En este año 2017 no me he propuesto hacer cosas realmente distintas aparte de querer terminar mi carrera y poder seguir mis estudios en España (espero que realmente se de la oportunidad). Pero aparte de eso no me he propuesto comer mejor, hacer mas ejercicio o ser una mejor persona. Cero propuestas saludables, cero cambios de actitud. Unicamente enfocarme en mis objetivos académicos.

Pero hace como una semana; al estar reunido en la casa de un amigo empece a enterarme de cosas que la gente por la que me preocupo piensa de mi, cosas que realmente no están en la misma sintonía en la que trato a esas gente. Mi actitud ese momento fue el no hacer nada y dejar seguir las cosas, no cuestionar lo sucedido. Pero creo que (como quieras llamarlo) Dios o El Universo me dio un mayor sacudón y fue la acción de que una amiga por equivocación casi me saca un diente que al sentir tanta ira salí de ese sitio y me dediqué a caminar hasta mi casa tratando de cuestionar por qué es que muchas veces uno da lo mejor y en varias (no todas) las situaciones el trato que uno recibe no es mutuo.

Creo fervientemente que uno debe dar lo mejor a los demás no importa que es lo que pase pero llega un punto en el que es necesario cuestionarse si las amistades y compañías que están a nuestro alrededor nos están aportando algo a nuestro bienestar.

Es como cuando tratamos de analizar si distintos objetos en nuestro hogar/oficina son cosas que nos están aportando realmente o no a lograr nuestros objetivos o si únicamente son distracciones. No me refiero a que tratemos como objetos a las personas; pero seamos sinceros con nosotros y tomemos en cuenta si realmente las personas que nos rodean nos hacen felices o si aportan a nuestro bienestar.

Me he decidido estar más pendiente de las personas que responden positivamente al trato que doy. Estaré mas pendiente de las personas a las que el trato es mutuo. Y dejaré de lado a las personas que simplemente hacen que la amistad sea un canal de una sola via.